POLÍTICAS DE MERCADO

1. Fepex (Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas Vivas)
2. Supuestos
3. Realidades

FEPEX

La asociación de productores y exportadores españoles, desde hace algún tiempo están enviando mensajes amigables.

Existe entre los asociados cierta intención de incluir dentro de sus actividades comerciales y productivas a los integrantes del Mercosur, si bien, Brasil es un componente importante en sus interacciones comerciales, Uruguay de manera incipiente, Paraguay aún está sin manifestarse, Argentina es parte, solamente como vendedor hacia ese país.

Lo interesante de éste acercamiento, visto como un concepto generador de posibilidades, es que al ampliar el abanico de participantes, tanto compradores como vendedores nos obliga a profesionalizarnos.

Estamos muy lejos de poder mantener un ritmo adecuado de producción mundial competitiva, para llegar al nivel de calidad, sanidad y eficiencia, nuestro sistema frutihortícola debería comenzar por una crítica constructiva.

Además y para concretar dichas posibilidades, es necesario que se establezcan las condiciones político-económicas necesarias para llegar a ser competitivos desde lo institucional.


SUPUESTOS

Por un momento supongamos que desde la política institucional se establezca que: se pueda definir con claridad “qué es un productor frutihortícola” cuáles son sus derechos y obligaciones, derechos a producir sin alteraciones políticas, sindicales, de mercadotecnia y climatológicas, es decir que su pensamiento debe estar centrado pura y exclusivamente en producir, aquello que es de su especificidad, de manera eficiente y con la seguridad alimentaria que se requiere.

Obligaciones de mantenerse permanentemente actualizado en sus tareas y cumpliendo con lo establecido por las normas tanto de sanidad como fiscales.

Que en éstos supuestos, se puedan establecer normas de post-cosecha, que permitan una mayor agilidad y presentación de los alimentos a la hora de exponerlos comercialmente para su venta y consumo.

Si logramos alcanzar estos “supuestos” seguramente, además de FEPEX, tendríamos como compradores al resto del universo.

Contrariamente a esto, lo que ocurre en la actualidad y que debemos erradicar es, el nivel de in-comprensión del sistema visto tanto por el accionar de ciertos productores y operadores. Con mayor manifestación de incomprensión desde el sistema político institucional.

REALIDADES

 Todos los días las personas que están involucradas dentro del sistema de producción, venta y distribución frutihortícolas, por alguna razón pronuncian la palabra MERCADO. Tienen la necesidad de nombrarlo, ya sea porque es productor, vendió y necesita un referente para sus precios; o envió su producción dentro del sistema de consignación; es comprador y al igual que el productor necesita ese precio de referencia; es distribuidor, o es abastecedor; o porque es operador del mismo y se debate entre la oferta y la demanda; de un modo u otro el tema MERCADO está en boca de miles de personas diariamente. 

También la palabra MERCADO, es utilizada por muchos de manera despectiva, y al decir de estos muchos, el significado representa los laberintos de mala praxis comercial, incumplimiento deslealtad para con su proveedor o productor, poco serio, irresponsable y cantidad más de adjetivos calificativos. 

Así con ésta imagen el productor, ha pasado a ser el principal acusador de su consignatario, operador o vendedor, más que por una realidad, por una necesidad de echarle culpas a alguien de sus magros resultados. Con esta propaganda y una necesidad de seguir adelante con sus producciones, buscando rentabilidad es que el productor se lanza a la aventura de transformarse en un operador de mercado.

 Con la valija llena de sueños llega donde se encuentra la puerta de su riqueza. El incipiente operador choca con una realidad que le golpea esa puerta y de ser un productor ocupado de sus cotidianas tareas pasa a engrosar las filas de operadores de mala imagen.

 A poco andar en su camino de nuevas experiencias; su quinta se ha transformado en un campo descuidado, mal atendido o alquilado. Cansado de buscar el éxito tan mentado por los demás, y aceptando que es en otro lugar donde se encuentra el mal resultado de su economía, toma su valija y vuelve a lo que queda de su chacra y recomienza otra vez la producción ahora sí, con distinto ánimo y conocimiento, en otros casos abandonan tanto la actividad comercial como la productiva.


Se debe tener en cuenta que en algunas oportunidades resulta muy beneficioso tener expendio propio en los MERCADOS, únicamente cuando es el producto de un análisis económico previo y su resultado sea afirmativo.


Al igual que los productores buscan en los mercados la solución a sus problemas económicos, los operadores, vendedores y/o consignatarios ante la pérdida de la continuidad de los arribos de mercaderías, y en la búsqueda de satisfacer a sus clientes con el abastecimiento, es que se lanzan a la tarea de asegurarse las producciones que les hacen falta, En la mayoría de los casos ocurre exactamente lo que a los productores que van a los mercados pero en sentido inverso.


La pregunta que cabe, si es que cabe preguntarse es, ¿por qué en nuestro hermoso país existe tanta animosidad para con los productores y operadores de éste sector, que ocupa gran parte de nuestra población a lo largo y ancho de la República Argentina? 

Animosidad que desde la política se manifiesta desentendiéndose de la necesidad de normar de manera sistémica. 

Las medidas de control que se aplican son medidas arbitrarias y parciales, ya se ha demostrado en el tiempo que ese tipo de medidas sólo sirven para distraer y no para diagramar a largo plazo, tengamos en cuenta que poner una plantación en condiciones de producción lleva años, y si las condiciones no son aptas, algunas inversiones ni siquiera comienzan con la posibilidad económica. Se pierden antes.


| 4 de Abril de 2017|Comentario de Domingo Ramos Bravo|Especialista en Mercados Frutihortícolas|