Las cosas de palacio, van despacio. Desde pequeño he escuchado este refrán de mis mayores, tal cual un palacio, el Mercado Central está realizando obras de infraestructura, por el momento repavimentando el área transaccional. El inicio de las mismas da por tierra con el famoso refrán, se ha demorado, el inicio de las obras, menos de lo que se pensaba. Allá por el segundo semestre se predecía que la toma de decisiones dependía del resultado de las licitaciones, ha llegado el resultado.

Desde el sitio Web del Mercado central se informa al público que:

La Corporación Mercado Central de Buenos Aires inició las obras de repavimentación, bacheo, luminaria y cartelería en las vías principales como así también en las naves del mercado.

Los trabajos demandarán una inversión total de 200 millones de pesos financiados por el Ministerio de Producción de la Nación y recursos propios e incluye además importantes tareas de renovación de luminaria y cartelería, generando valor a las zonas más importantes del mercado, como son las naves de comercialización frutihortícola.

La empresa adjudicada en la licitación pública CMC Nº 01/2016 es COARCO S.A, entidad que ha realizado la obra del Distribuidor Dellepiane y el nuevo paseo Cultural y Comercial de Mar del Plata, ubicado en Alberti y Sarmiento, entre otros.

“Nuestro objetivo es trabajar para agregar valor al Mercado Central”, destacó el gerente general, Fabio Fabri. Los trabajos tendrán una duración de 4 meses y contemplan acciones de nivelación de sectores en mal estado, tareas de conservación, bacheos, pavimento asfáltico y reparación de Losas.

En conversaciones con el Sr.Fabio Fabri adelanta que además está previsto el cerramiento perimetral del mercado, obras necesarias tanto para la operatividad como seguridad.

En cuanto al diseño de los puestos en cada nave (Pabellones y módulos) relacionados con el sistema de fríos, entre los operadores, existen algunas preguntas, dado que se restringe en cierta forma la construcción de esa capacidad de almacenaje en frio, ésta decisión se contrapone con la otra expuesta en la primer cursada de capacitación donde se hace hincapié en la búsqueda permanente de mejoras, entendidas entre otras, la de almacenaje como la continuidad de la cadena de frio de los productos.

Por otro lado desde el SENASA, se avanza con la implementación del DTV (documento de tránsito vegetal) y la comunicación a la AFIP del movimiento de las producciones, si bien es a modo experiencial donde la (AFIP) sólo es informada, no quita esto de que en un futuro cercano se activen los mecanismos recaudatorios. 

En éste punto un par de reflexiones; por lo general en las instituciones se trabajan con números fríos, (sí fríos, en relación a las reglas clásicas de suma y multiplicación; en ningún caso las oficinas recaudadoras hablan de restar y dividir). 

En cuanto a las producciones hortofrutícolas y su sistema distributivo comercial, la obtención de resultados se realiza en mercados, que por lo general son “calientes”, es decir tanto la oferta como la demanda obedecen al otras reglas diferentes a las del manejo de números fríos; cuando se produce se pueden saber los costos de dicha producción (reales), también se pueden establecer los costos de pos-cosecha y los comerciales, lo que se desconoce es el resultado económico que obtendrá de dicho producto/año. ¿Cómo establecer entonces un impuesto justo y lógico para cada una de las cosechas?

|20 de Enero de 2017|Comentario de Domingo Ramos Bravo|Especialista en Mercados Frutihortícolas|