Han pasado ya veinte años desde la creación del “Diario del Mercado” según afirma su creador Eduardo Esteban Eraso. Como buen padre, en la edición Nº 260, en una breve reseña se menciona el camino recorrido, elogiando a su hijo tan preciado, el camino al que se refiere, es al realizado desde su condición de periodista. 

Lo interesante desde las políticas de mercado, es observar el camino recorrido desde la propia actividad y vernos reflejados, ya no desde ese 28 de diciembre de 1996, sino desde la creación ideológica de las transformaciones de nuestro mercado frutihortícola. “a propósito, el 28 de diciembre, desde la cristiandad se conmemora el día de los santos inocentes” a veces da la sensación de que los acontecimientos se producen como por arte de magia, como si fuese necesario ocupar un espacio en días y horas determinadas, si ¿sería casualidad o causalidad, la creación del diario en esa fecha? 

 La Historia, salvo mejor versión, de la modificación de los mercados comienza en la década de los años sesenta, con la creación de “Casa Amarilla”. Desde este experimento a la fecha, se continúa experimentando.

Tratar los temas de mercado, obliga a referenciarse en los componentes del mismo, una tríada forma el concepto y son necesarios para ello, el consumo y la producción. El mercado es atravesado por ambos; como consecuencia de los cambios en consumo y en producción.

Desde aquella creación de casa amarilla, sólo han cambiado dos cosas: El consumo y la Producción. El Mercado, en algunos casos se ha podido mejorar solo la parte edilicia, y esta ha sido como necesidad urbanísticas, inmobiliaria del lugar donde se ha modificado. ¿se han atendido en esos cambios, lo observado en el código alimentario? sobre todo en sanidad.

Punto a tener en cuenta, pues parece ser que todo el sistema político, en el todo se incluyen “todos” los humanos que participan en políticas públicas, de todas las facciones; han tratado la distribución y venta productos hortícolas perecederos desde una mirada sesgada de la realidad, es más, me atrevería a afirmar que si existe alguna persona, con el traje político que conozca el sistema de distribución, se mantendría en silencio, vaya uno a saber por qué.

De lo que si estoy seguro es que pasarán muchos años antes de disponer de un sistema de “seguridad alimentaria”, entendiendo esta seguridad de manera diferente a la establecida por ley, sino a la seguridad aquella donde es necesario articular los mecanismos que permitan a todos los habitantes tener acceso a la adquisición de productos frescos, en condiciones de sustentabilidad productiva y distributiva.

Como se sigue, se ha comentado, en versiones de pasillo, que se está evaluando la posibilidad de realizar algún tipo de convenio con mercados frutihortícolas de otros países, cuando corren versiones de pasillo, es posible que hasta ya se esté conversando con algún prospecto al respecto. 

Somos los mejores del mundo, conocemos más que nadie nuestras costumbres, que me van a venir a enseñar aquellos. La verdad es que daría vergüenza tener que depender de otras inteligencias para venir a vender verdura.

Un Juez Federal, en una entrevista radial, al ser consultado sobre las presiones que recibía, respondió, si un Juez no está preparado para ese tipo de cuestiones, que se dedique a ser verdulero…

Sí, parece ser que nos hemos quedado como “verduleros” ¿Algún día seremos proveedores de alimentos?

|9 de Febrero de 2017|Comentario de Domingo Ramos Bravo|Especialista en Mercados Frutihortícolas|