POLÍTICAS DE MERCADO

De las Propagandas y Promociones (Parte II)

Voces se han alzado observando el artículo anterior sobre el tema, bien venidas las otras voces. La pregunta, del porque la insistencia en involucrar al Estado Nacional en torno al “Cómo y Qué hacer” para lograr las ventas; surge de las diferentes capacidades para resolver la problemática, entre los que necesitan comunicar y los que tienen responsabilidad de hacerlo.

Situarnos en “la problemática” es ampliar el concepto de alimentación. El sector frutihortícola, todavía no tiene presencia comunicacional entre el público en general, y muy poca dentro del circuito Mayorista / Minorista, esto por un lado; por el otro, dentro del concepto alimentación, visto desde las capacidades institucionales, se incluyen: la obligatoriedad de una seguridad alimentaria y salubridad. 

Existen también dentro del circuito comunicacional, federaciones, cámaras que dicen representar al sector, asociaciones y varios etcs. En ningún caso se observa que se hayan producido todavía soluciones concretas sobre los temas: Alimentación, Producción sostenible, distribución y comercialización bajo normas de sanidad con controles exhaustivos de calidad; solamente se observan algunas intenciones sectorizadas con pretensiones de controlar tal o cual manejo o tal o cual contribución.

El hecho de que el alimento perecedero se deba operar con suma rapidez, justamente por eso, por ser altamente perecedero, sumado a que se ha modificado el sistema cultural y social en los últimos años, hace de la necesidad de un estado presente en torno a la seguridad alimentaria. Por los medios, en sus programas tanto televisados como radiales y aún por las redes, existen enormes cantidades de información sobre el tema alimentario saludable y la recomendación generalizada es “consuma más fruta y verdura” ¿si todos vemos al menos dos veces por semana algún tipo de comunicación al respecto, porqué ha descendido el consumo? ¿a qué obedece dicho descenso? ¿Por qué se ha incrementado la venta de fármacos? Estas variaciones nos obligan a ver desde lo institucional que modificaciones “importantes en la salud de la población” están afectando para obtener dichos resultados, y, a partir de ese conocimiento actuar en consecuencia.

En cuanto a los productores de frutas y hortalizas y sus necesidades de comunicar, requieren primero, asegurarse su continuidad como tal. En éste tema la problemática es también muy amplia. La continuidad en nuestro país, en torno a la producción, es literalmente un “Quimera” pues todos los años cierran una cantidad muy grande de establecimientos dedicados a estos temas ¿se conocen los motivos de los cierres? Y, que sumado al cambio en la forma de alimentarse, complejiza aún más las decisiones de los que producen.

Los que tienen necesidad de comunicar, son los productores a través de sus representantes “vendedores, distribuidores, operadores”, la discusión sin fin es establecer desde donde se obtendrán los recursos para esa promoción que es genérica. ¿De los productores? la mayoría está en estado de quiebra anímica y económica, suplicando una ayuda del estado para seguir respirando; ¿De los vendedores u operadores? Los costos operativos han adquirido tal dimensión que que ya no admite más ni siquiera la compra de un diario ¿Cómo solicitar un nuevo aporte? El hecho de tratarse de productos genéricos obliga a los participantes “particulares de la cadena, no institucional” a luchar de manera permanente a través de una competencia por ganar mercado, en esa lucha prevalecen las marcas, más o menos conocidas sólo por los compradores tanto mayoristas como minoristas pues el público consumidor no identifica ni la marca ni el producto, es más, en la mayoría de los casos se desconoce hasta la especie, y ni que hablar de saber para qué sirven las frutas y hortalizas.

En éste conocer aparece el factor “Responsabilidad de hacer conocer”; hasta el momento se habla de “Economías Regionales, promocionar las frutas y hortalizas, vender cajones con mercadería”; resulta contradictorio el discurso. Desde las Instituciones responsabilizan al productor y comerciante de los manejos de los productos perecederos; (manejos se entiende como las labores y cuidados necesarios a realizar desde que comienza la producción hasta que llega al consumidor) y por otro lado se niega el reconocimiento de la actividad, se omite la responsabilidad de mantener alimentada y en condiciones de salubridad a los habitantes de nuestra nación. 

Esta es un discusión que debe darse en profundidad, con datos concretos, normas claras y un proyecto de país que pueda visualizar el horizonte a más de 50 años, mientras éstos objetivos permanezcan ausentes, todo lo que se haga concluirá en un parche momentáneo.


| 22 de Julio de 2017|Comentario de Domingo Ramos Bravo|Especialista en Mercados Frutihortícolas|