En septiembre de 2017 hablamos del tema, en esta ocasión se dan las mismas condiciones para volver sobre lo mismo. Y es lo mismo que hace dos años, y que hace cinco y diez y muchos más, así pues que si queremos continuar hablando de lo mismo, volvamos a las notas de septiembre de 2017 y tendremos las mismas respuestas.

AVANZAR, es lo que nos falta, pero avanzar desde el pensamiento, avanzar en el conocimiento, avanzar en la comprensión tanto de los movimientos culturales como del avance de la ciencia, del cambio de hábitos en la sociedad, de las diferencias en los estilos de vida en las grandes ciudades y las tradicionales, donde aún se duerme siesta, avanzar en nuestra comprensión de que si todo avanza por qué razón queremos mantenernos dentro de una tradición conservadora, desestimando la comprensión de lo que avanza, es lo mismo que aceptar los beneficios que nos brinda una autopista, pero en vez de pagar peaje queremos circular a caballo o en bici.

Es una constante de pensamiento, en nuestro sector la hiperactividad ocupa más cerebro para resolver lo urgente de lo cotidiano que difícilmente podamos ver algo del mañana y menos aún del año siguiente, ¿que nos queda para el largo plazo?

Esperamos siempre al salvador, a la persona que con gran capacidad, conocimiento del sector, audacia y con determinación para enfrentarse las problemáticas de las relaciones con las instituciones, aparezca un día y ordene nuestro trabajo. Poder trabajar tranquilos, sin que sea necesario tener que ir a hacer una fila para pagar impuestos o servicios.

Pero el salvador experto, NO ESTÁ, sólo somos nosotros, los de todos los días, los que delirando en un café soñamos como se podría mejorar nuestro trabajo, como llegar a la madurez y después a la vejez, tal como llega la brisa de primavera en la falda de la montaña, sin sobresaltos y teniendo asegurado el recurso básico, pero claro, cerca siempre del trabajo, siempre aunque vacacione mucho, el mercado es el mercado.

En la mesa de café, resolvemos todos los problemas, desde el horario hasta la forma de ingresar mercadería o cómo lograr más ventas, todo se resuelve en la mesa de café, el único inconveniente es hay tantas soluciones como mesas de café, y todas las decisiones de la mesa de café se borran cuando se retiran los pocillos y el cenicero.