1. Lapidario- INFORME DEL DIRECTORIO DEL MERCADO CENTRAL
2. Alarmante- LOS MERCADOS NO TENEMOS ENTIDADES QUE NOS REPRESENTEN
3. Comisiones- COMAFRU y COMBaires.
Tres notas publicadas por el “Diario del Mercado”, edición del viernes 29 de julio de 2016, llaman la atención por sus contenidos.
Si siembras una planta de naranjas y durante años, la alimentas, cosechas, podas y curas para continuar cosechando naranjas, de la noche a la mañana, a ese árbol no se le puede pedir peras o manzanas, te seguirá entregando naranjas.
“Lapidario Informe del Mercado central” pág. 3,
Corresponde en primer lugar, felicitar a los directivos por la valentía de enfrentarse después de muchos años de ausencia ante los requerimientos del gran colectivo de intervinientes, operadores, compradores, productores y público en general.
Explicar el estado técnico, financiero y operativo al momento de hacerse cargo es de fundamental importancia, además necesario para saber desde donde se parte para lograr un objetivo.
Objetivo, según lo expresado en el diario, que menciona lo edilicio por un lado y las áreas de movilización y transporte, nada dice en la nota de adecuar el mismo en cuanto a los requerimientos del Código Alimentario.
Es necesario en las empresas empacadoras, en algunos casos, que las personas trabajen con barbijos; la contracara es llegar al mercado central y, en cuestiones de salubridad, tenemos incluidos los sanitarios dentro del área que se supone debería estar libre de contaminaciones cruzadas, eso por un lado, y por otro, la necesidad de habilitar sanitarios en momentos de operatividad fuera de la venta. (Carga, descarga y mantenimiento)
Subyace al contenido de la misma nota, aparte de lo expresado que es de notoriedad sensible y cotidiana, la incógnita de saber qué sistema representativo tendrá el mercado central de buenos aires. Representativo en cuanto a la capacidad operativa, alcance y característica del mismo.
El Mercado Central de Buenos Aires, está en deuda con sus productores y consumidores, todavía no se visualiza el pago de esa deuda. Deuda en cuanto al cuidado de sus productores, mostrándole una mejora al momento de vender sus productos de manera eficiente y económica y deuda con los consumidores cuando en momentos de su apertura se prometía un menor costo en boca minorista.
Aparenta, el mercado central, continuar con las políticas de finales de los años 60 y comienzo de los 70, considerando al Mercado Central como si fuese, en cuanto a operatividad, el histórico Mercado de Abasto de Buenos Aires;
Las promesas incumplidas en los fundamentos de la ley que otorgó la obligatoriedad de su funcionamiento provocó un quiebre en el sistema productivo y comercializador.
En el productivo, se les prometían a productores el cobro inmediato logrado por las ventas de sus productos, más la seguridad de vender todo aquello que se produjese.
En el comercializador porque se le aseguró al consumidor que accedería a productos más frescos y económicos. Ya que desaparecerían del sector los agiotistas que especulaban con el alimento de los Argentinos.
Nada de eso se cumplió.
Tengamos presente que la construcción del Mercado Central de Buenos Aires, conllevó a la pérdida de trabajo a más de 10000 personas; de encarecer el costo del producto final al consumidor y de la destrucción de la confianza entre el productor y el “consignatario, vendedor, rematador o puestero, devenido en operador.
Todo queda en la historia, como también quedará en la historia la frase más desafortunada de un secretario de comercio, al momento de la huelga previa a la apertura, quien afirmó –“LA MAFIA DE LOS MERCADOS NO ME VA A DOBLAR EL BRAZO” después de 30 años todavía, se está buscando entre los integrantes de los mercados la famosa “MAFIA”, mafia que parece haberse descubierto en otros sectores.
El mundo sigue su derrotero, la cultura se modifica, los productores adquieren tecnologías, la ciencia avanza con nuevas semillas y mejoras en lo cultural.
También el consumo se ha modificado, ya son pocas las ocasiones donde se respetan las 4 ingestas diarias, desayuno almuerzo, merienda y cena; las amas de casa ahora son personas ocupadas en las tareas fuera del hogar, ni malo ni bueno, es lo que se vive, y a causa de la modificación cultural, las personas se alimentan cuando encuentran la ocasión.
EL MERCADO DEBE SER UN ACTOR ACTIVO EN LA BÚSQUEDA DE SOLUCIONES A LAS TRANSACCIONES ENTRE LA PRODUCCIÓN Y EL CONSUMO, TAMBIÉN EL RESPONSABLE DE ENCONTRAR LOS CAMINOS DONDE SE CRUZAN LA OCASIÓN DE LA INGESTA Y EL ALIMENTO FRESCO.
Estos son los temas que todavía no se han escuchado, lo más probable es que tampoco se escuchen, indefectiblemente el Mercado es un nexo entre la producción y el consumo, determinar sobre los manejos del mercado sin tener en cuenta las dos dimensiones que intervienen para su existencia es caer nuevamente en profundos errores.
Son pocos los expertos en estas cuestiones, cuestiones que encierran la temática como un “concepto”, abundan los pensamientos particularistas, de esos pensamientos existen tantos como operadores.
En la misma página tres del Diario, El Señor Américo R. Barúa, a quien no conozco personalmente, y me reconozco en sus pensamientos pues coincido en sus afirmaciones, expresa:
“Alarmante, Los Mercados no tenemos entidades que nos representen”
El análisis que realiza sobre la representatividad de los mercados es muy acertada. Desde la propia experiencia puedo afirmar que la conducción de los mercados ha fracasado y seguirá fracasando.
Desde la historia cercana, década del 60 y hasta el cierre de los mismos por la ley 19227, en algunos mercados la representatividad estaba a cargo de una comisión de puesteros, tenían a su cargo las relaciones entre puesteros, con los vecinos y con la política, en esos momentos la vida se desarrollaba con menos informática y más participación colectiva.
En la actualidad, los mercados requieren de otra velocidad, otros volúmenes, otros productos, otros compradores, otros modos de conformación de la oferta y la demanda; la sumatoria de todos los “otros” hacen que un operador, puestero o vendedor de un mercado mayorista, se deba esforzar al máximo para lograr mantenerse dentro de los mecanismos de oferta y demanda, si es que quiere permanecer dentro del sistema, con el agravante de que los ayudantes para semejante tarea, estén desactualizados en cuanto a la operatividad.
Hoy se requiere de capacitación, tanto para producir como para orientar al consumidor, por ende el mercado también necesita adecuarse.
Estos ejemplos vienen a colación de la representatividad, pues, si en décadas anteriores un puestero o vendedor podía representar al conjunto, hoy las exigencias hacen que cada partícipe deba ocuparse de su especificidad 24 horas al día “y la noche también”.
Debe ser por eso Sr. Barúa, que ciertas organizaciones estén observando el vacío institucional y se quieran prender de partidas presupuestarias que se disponen de las instituciones, aunque la temática de los mercados no la comprendan.
Lo recomendable en estos casos es que, desde las instituciones nacionales, SE DECLARE A LAS MAL LLAMADAS ECONOMÍAS REGIONALES, de interés nacional, ya que se confunden al así llamarlas con la verdadera necesidad de identificar a las producciones frutihortícolas, de ese modo el sistema por propio peso recaiga también en un manejo de mercado adecuado a las circunstancias.
De hecho en el ministerio de agricultura existe un departamento de “MERCADOS FRUTIHORTÍCOLAS” , lo ilógico es que son pocos los que conocen éste sector.
Y si de representatividad hablamos llegamos pues a la tercera nota del “diario”, digo tercera, pues es la que interesa a éste análisis, pues existen varias más y muy interesantes, es la que se publica en la página cuatro.
COMAFRU- Nueva comisión directiva. Y COMBaires: Autoridades.
Se deja en ésta la indicación, quienes son las personas que representan a cada organización, ahora bien, al momento de realizar presentaciones ante la dirección del Mercado Central o ante cualquier otro organismo ¿Con qué grado de representatividad se presentan en una situación dada? ¿Puede un mercado ser representado por dos o más organizaciones? El Mercado como Concepto, adhiere a sólo una interpretación, para explicarlo de manera genérica recurriré a la definición de mercado ya utilizada “Concentración de productos afines por su tipo y variedad, en lugares señalados” en el mercado confluyen múltiples necesidades devenidos de las políticas comerciales de cada interviniente.
¿Cómo se explica la necesidad de una asociación que representa a un sector, cuando convive con el otro sector dentro del mismo ámbito?
Cuando existe más de un interés para la misma demanda, lo sabemos todos, se modifican los valores y todos pierden.
Es más que importante, NECESARIO, elevarse hacia un concepto de comprensión del sistema, el sistema es indefectiblemente, LA DISTRIBUCIÓN DE PRODUCTOS ALIMENTICIOS PERECEDEROS.
|20 de Agosto de 2016|Comentario de Domingo Ramos Bravo|Especialista en Mercados Frutihortícolas|