¿Podemos detener la expectativa alcista del dólar? Es posible, tal vez, ya en otros momentos han sucedido estas anomalías y corridas del billete. Claro que tendríamos que comprender que aquello que se pueda decir, puede resultar dudoso para los que tienen menos de 40 años. Esto que aparece en estos días, se ha repetido en varias ocasiones y tal parece que, NADIE APRENDE CON LA EXPERIENCIA AJENA, ni con las experiencias vividas, nada se quiere enseñar en este espacio. EL QUE TODO SABE, NADA DEBE APRENDER. Simplemente un ejercicio mental para suponer que, como los hechos se repiten, también se repiten los errores. Algunas personas de nuestra actividad ya han superado crisis financieras de años anteriores: antes de 1970, después de 1973, antes de 1982, en los finales de 1989, en los comienzos de 2002 y en nuestros días.
Nuestros mercados jamás se detuvieron, el alimento debe continuar circulando, las producciones continúan según sus ciclos productivos y en el medio, muchas personas de la actividad, quedan tiradas al costado del camino, entre tanto otras expulsadas de sus actividades comienzan a incursionar dentro de la actividad frutihortícola, buscando resolver sus temas económicos.
Encontramos nuevas personas tratando de comprender la operatoria de oferta y demanda, de aprender el nombre y las propiedades de frutas y hortalizas, de cómo se debe atender a un cliente; también aparecen “y es lo novedoso” personas con ideas de cambio según las necesidades de consumo.
Este renovar de personas dentro del sistema es saludable en ocasiones, también sería saludable que se pudiera permanecer durante años dentro de un mismo sistema, perfeccionarse y al mismo tiempo lograr adaptarse a las nuevas formas culturales y a la incorporación de tecnología.
En nuestro trabajo, a ciclo completo desde la siembra o la mantención de lo plantado, hasta el consumo y pasando por el mercado, se siembra en DÓLARES y se cosecha en PESOS, quiere decir que, para no perder lo que se ha plantado seguimos trabajando para recuperar lo que nos pueda quedar, ahora, si los mercados están en demanda plena, los que en ese momento estén a cosecha tal vez puedan sostenerse un año más. Pero si aún se está a medio término, la pelea contra la conservación del capital invertido, la tenemos en desventaja.
Anteriormente, estos cambios financieros tan bruscos, concluyeron con un cambio de gobierno y por ende aumento de expectativas de estabilidad. En estos momentos, la situación política se encuentra, como las producciones a medio término, o sea que no se puede cosechar. Es en este momento donde la pregunta tiene mayor peso ¿de qué manera la política puede llevar al sector frutihortícola una señal que brinde estabilidad y credibilidad? ¿Qué medidas “no económicas” debería adoptar el ejecutivo por las cuales percibamos un clima de paz y convivencia?
Si esas medidas se perciben como probables, tal vez se calmen los mercados financieros y nuestro sector pueda continuar sembrando.
| 28 de Octubre de 2020 | Comentario de Domingo Ramos Bravo| Especialista en Mercados Frutihortícolas