Cada persona se conduce en la vida según su propia impronta, dentro de un contexto determinado, y, cada contexto además conlleva reglas, a las que se obedecen, de modo que las oportunidades y desarrollos se encuentren en un ideal de igualdad de oportunidades.
Dentro de un contexto productivo, y en especial el nuestro, perecedero fruti-hortícola debemos atenernos a las reglas que enmarcan la actividad toda, desde la producción hasta el consumo. Reglas institucionales, macro y micro; reglas de la naturaleza; reglas de mercado; reglas de consumo, entre otras, que actúan como variables dentro de cada uno de los procesos.
Las reglas institucionales macro, aquellas que impone el sector político “impone pues se obedecen o se recibe el castigo por desobedecer” son las que determinan el estado de ánimo de cada uno de los participantes. Ánimo, que, como combustible necesario, da o quita potencia, para la realización de proyectos, desarrollo permanente de valor agregado, apertura de mercados, mejoramiento de calidad, eficiencia en los servicios, etc. En cuanto a las micro, siempre son subyacentes al macro, y, por lo general, desatienden las necesidades tanto del productor como del consumidor; las desatienden en el sentido que, estas reglas institucionales micro, deberían estar orientadas a una cierta flexibilidad local, determinada por cuestiones de cercanía, lejanía o por las adversidades físicas del territorio donde se encuentren; sin embargo, en la gran mayoría de los casos, se aplican de manera, exfoliadora.
Las reglas de la naturaleza, que más que reglas, son leyes en grado de “AXIOMA”, se obedecen sin protestar, cada uno acepta, el castigo y/o el premio que llega sin aviso; la ciencia, en permanente estudio y desarrollo, ha podido, en ocasiones acercarse a la naturaleza. CUIDADO, es aquí donde se comienzan a notar “LAS INCONGRUENCIAS DE LAS REGLAS INSTITUCIONALES”, reglas que LAMENTABLEMENTE, obedecen a una línea de pensamiento político partidario, NO IMPORTA QUÉ O CÚAL LINEA DE PENSAMIENTO POLÍTICO, pues en la historia de nuestra actividad, TODAVÍA ESTÁ AUSENTE UNA POLÍTICA INSTITUCIONAL ORIENTADA HACIA UN DESARROLLO PERMANENTE, SOSTENIBLE Y SUSTENTABLE DE LA ACTIVIDAD.
Con la intervención de la ciencia, aplicada a la producción, cada día se suman necesidades de procesos que, mejoran calidad de productos, proveen sanidad, otorgan mejor conservación pos-cosecha. Además, con la intervención de la ciencia, se observa que, para la posible aplicación de estos procesos, que apuntan a la sustentabilidad y sostenibilidad, con mejores productos, es necesario la revisión de las “REGLAS INSTITUCIONEALES, en cuanto a sus políticas de aplicación”
Hasta aquí, lo vinculante al sector productivo con las instituciones, la naturaleza y las prácticas productivas. Las reglas del mercado o de los mercados, deben contemplar como variables: el resultado de las producciones y el resultado del humor social; humor que se alimenta del estado emocional de cada persona, incrementada, por el núcleo familiar, y dependiente del sentido de “la vida”, su economía y su propia visión de un posible futuro estado de bienestar. ES TAMBIÉN ESTA CONDICIÓN, LA QUE HACE QUE, NUESTRO SECTOR , se vea afectado, pues tanto el estado económico de las personas, como su percepción del estado de bienestar, determinan como administrar los recursos que cada uno obtiene; LAS POLÍTICAS INSTITUCIONALES, son las responsables de prever, las seguridades: productivas, laborales, institucionales, educativas de salud, en fin: EL EQUILIBRIO NECESARIO PARA EL DESARROLLO DE CADA ACTIVIDAD, DENTRO DE LOS MARCOS INSTITUCIONALES; entendiendo que las aplicaciones de cada regla, debe, además, adaptarse de manera sistémica al total de las reglas que enmarcan la característica del ser “ARGENTINO”
Así planteado, social y políticamente una actualidad que, se encuentra lejos de las necesidades del sector, podemos simplificar, como en otras épocas, ES IMPOSIBLE CONTINUAR.
| 24 de Marzo de 2021 | Comentario de Domingo Ramos Bravo| Especialista en Mercados Frutihortícolas