POLÍTICAS DE MERCADO

Por Domingo Ramos Bravo

AGENDA 2100

TECNOLOGÍAS AÚN SIN DESARROLLAR, SUPLANTARÁN MUCHAS TAREAS DE LA ESPECIE HUMANA

En los últimos cuarenta años, se ha avanzado en desarrollos tecnológicos en todas las áreas, sean éstas, comunicación, industrias, ciencias, educación, y en todo aquél desempeño donde se necesite una acción mecánica, o de cálculo o lo que se le ocurra hacer o practicar, en todas las áreas los avances tecnológicos han logrado mejoras en calidad de productos, servicios y conocimiento. Prueba de ello, es el resultado de las vacunas del COVID, (lejos de las polémicas sobre su verdad o veracidad) lo cierto es que la ciencia y la tecnología, lograron achicar los espacios temporales en pos de una solución social. 

LOS ALIMENTOS, nuestro mundo, necesitan también de las tecnologías. Por estos días, observamos que, todo el sector frutihortícola, padece los males que eclosionan en temporadas de grandes cambios sociales y culturales. ES NECESARIO PREPARARNOS PARA UN MUNDO DESCONOCIDO EN POCO TIEMPO. En el año 2100, las formas de vida habrán cambiado sustancialmente, y, aunque el hacer futurología es cosa indigna, se puede ejercitar la mente, recurriendo a la historia, a la propia historia de los que aún permanecen dentro del sistema frutihortícola, rememorando sus inicios y contrastarlos con el presente, este ejercicio podría proyectarnos hacia una supuesta previsibilidad del cómo se vivirá en el año 2100.

Hasta hace algunos años, las especies y sus variedades, tenían pocos días de permanencia en los mercados, tan solo el tiempo de cosecha, según el ciclo productivo de cada una de las especies. Las amas de casa, hoy devenidas en personas activas en la sociedad, conocían perfectamente cada uno de esos ciclos y equilibraban esos alimentos con maestría para obtener una dieta alimentaria satisfactoria a su familia. En la actualidad, la ciencia y la tecnología ha logrado prolongar los ciclos productivos, ampliar la base de productos útiles a la alimentación, aunque por otro lado, el ama de casa devenida en persona útil a la sociedad, ha dejado de practicar en particular esa dieta alimentaria trasladando esa responsabilidad al sector de servicios gastronómicos y envíos.

Estos dos acontecimientos, acompañados del cambio de contenidos en los sistemas educativos, indican un ordenamiento diferente al del antiguamente llamado “la familia”. Al parecer, una cuenta social en un medio electrónico, posee más conocimiento de una persona que su propia familia, el humano tiende a ser más sociable con un sistema que con su propia familia, y, si este comportamiento ahora se presenta desde este lugar ¿quién determinará las acciones de las personas cuando la tecnología tome el control de los pensamientos? ¿Cómo se alimentarán las personas? ¿Quiénes producirán el alimento? ¿Qué espacio libre para producir alimento se dispondrá a corto tiempo, si la contaminación continúa a este ritmo?

La globalización ha llegado para quedarse, las competencias tecnológicas presentan cada día novedades que hacen que las del día anterior ya pertenezcan – por así decirlo- a la prehistoria.

Sin la educación, sin la lecto- escritura, sin el manejo de las artes manuales, desconociendo los sistemas productivos y los valores alimenticios, ¿quién nos dará el alimento correcto, si es que jamás lo aprendí?

El año 2100 está muy cerca, es urgente preparar esta fecha como AGENDA 2100


| 29 Agosto 2022 | Comentario de Domingo Ramos Bravo| Especialista en Mercados Frutihortícolas