POLÍTICAS DE MERCADO

Por Domingo Ramos Bravo

MENOS CINTURA Y MÁS ESPALDA

Al tiempo de repudiar los hechos en Guaymallén –ASESINATO del señor Emilio Giménez- y en el Mercado Central de Buenos Aires, ROBO con armas y heridas en ambas piernas- del señor Dalmazo- entre otros no denunciados, se encienden luces de PELIGRO.

En nuestro sector, jamás se ha solicitado un PRONTUARIO, a las personas que deciden incorporarse a trabajar, simplemente se trabaja, sin preguntas, con respeto y a realizar la tarea con responsabilidad. Como tampoco se cuestiona cuando desean retirarse.

La libertad es absoluta, las decisiones son propias, entendiendo esa libertad como respeto por el otro, somos muchas las personas que nos reconocemos en la mirada, aunque muchas veces solo nos saludemos con un apodo, pues sería difícil acordarse los nombres y apellidos de los miles que nos encontramos en la actividad, en un mismo mercado, zona de producción o transporte. Tan solo decimos “HOLA”.

Ese respeto nace de incorporar en cada SER, la responsabilidad de ser parte de un universo de iguales que proveemos alimento al resto de los ciudadanos, ya sea, produciendo, transportando, distribuyendo o cualquier otra de las muchas actividades necesarias para que cada persona pueda acceder a todas las posibilidades de alimentación.

Respetamos la naturaleza, pues hemos comprendido, que ella responde a sus propias Leyes, jamás el hombre ha podido doblegar ninguna de ellas, es más, se aceptan sin rencor, sin odio y agradece que el daño sufrido sea al menos, llevadero, será por esa cuestión que al producir aceptamos con tranquilidad de espíritu, los resultados de las cosechas.

En los mercados, por más que las puertas estén cerradas, los puesteros, los operadores, los auxiliares de los puestos, continúan con sus labores de manera mental, SÍ, en los mercados, comercios de cercanía, zonas de producción se trabaja… 24 hs. Al día y 365 días al año. El pueblo lo sabe, porque cada vez que necesita un kilo de papa, tan solo llega hasta el verdulero del barrio y ese negocio está abierto.

Todo el sector frutihortícola ha desarrollado una gran CINTURA, para sobre llevar los efectos climáticos, aceptar los resultados de las cosechas, en los mercados aceptar la falta de demanda o a tranquilizar el exceso, en los comercios de cercanía ayudar con la docencia ante las consultas de inexpertos en estos alimentos.

Lo que nunca, PERO NUNCA, se termina de aprender es, a sobrellevar las INCONTINECIAS POLÍTICAS, demás está detallar todas o parte de esas, pues estamos con la cintura muy ágil, de tanto estar acomodando nuestras obligaciones y necesidades, ante el desconocimiento político de nuestra actividad.

ESPALDAS, son las que necesitamos. Cuando las luces de la INSEGURIDAD se encienden; cuando la falta de respeto por el que acerca el alimento se rompe; cuando se vulnera esa confianza y libertad que cada uno dentro de esta actividad conlleva; cuando se comienza a desconfiar de ese OTRO igual pero que ya deja de serlo, cuando esta luz se enciende es sin duda, porque la SOCIEDAD ha empeorado en su salud mental. Es en ese umbral que se asoma indefectiblemente, el agobio de una situación POLÍTICA LAMENTABLE.

SI FALTA MÁS SEGURIDAD, SI LA JUSTICIA aparenta ser una INJUSTICIA, SI LA POLÍTICA CONTINÚA APLICANDO SOLUCIONES QUE ENSANCHEN NUESTRA CINTURA, Y DEBILITE NUESTRAS ESPALDAS. ¿Cómo llegaremos al año 2100?


| 19 Septiembre 2022 | Comentario de Domingo Ramos Bravo| Especialista en Mercados Frutihortícolas