A medida que transcurre la historia, y según la edad y forma en la que se ha desarrollado esa vida, cada persona, observa, siempre y cuando quisiera hacerlo, que se cometen los mismos errores conceptuales. Errores, en cuanto a los procesos y formas de llevar adelante esos procesos. El desarrollo virtuoso, ese que, a medida que se suman generaciones, se edifica culturalmente con visión y resultados de mejoras permanentes, ese virtuosismo es muy difícil de encontrar, tanto en el mundo como en sectores determinados.
La ciencia, por el contrario, aquella que se basa en la superación de resultados ya consolidados; la tecnología, la medicina, física u otra que mantenga sus principios básicos consolidados y que, para cada movimiento que suponga una mejora, deba superar con experiencias, las ya establecidas, en este formato se aprecia la superación virtuosa.
El sistema frutihortícola, por alguna razón, se mantiene en un falso equilibrio donde, si bien, se apoya sobre los avances de la ciencia, en cuanto a, formas, procesos, nuevos desarrollos genéticos, tecnología y todo aquello que suponga una mejor relación entre los procesos, aplica como soluciones, para la distribución y llegada al consumidor, las mismas fórmulas que hace 4000 años.
Paradójicamente, mantenemos un sistema distributivo obsoleto, indecente, poco práctico, en extremo sobre exigido, cuyos resultados se contradicen con los que en teoría deberían representar.
Si la ciencia se basa en la superación de avances consolidados, si la naturaleza mantiene además, sus leyes ya implantadas desde siempre, ¿por qué razón, culturalmente se mantienen los mismos errores que se vienen cometiendo desde hace 4000 años?
Todos los males que aquejan a los mercados fruti- hortícolas, se vienen escuchando desde siempre, el término “se debería hacer, tal o cual cosa” se viene repitiendo desde siempre, permanentemente aparecen nuevos personajes con ideas nuevas, al tiempo se descubre que esas ideas, tan solo eran utopías sin sentido. Y así, como una calesita, se permanece dando vueltas sobre los mismos errores, sí, con diferentes nombres, los conceptos erróneos siguen siendo los mismos.
El año 2100, lo tenemos a pocas vueltas de esta CALESITA, detengámosla antes de que sea tarde, el 2100 tal vez sea para nuestro sector …………?
| 26 Dic 2022 | Comentario de Domingo Ramos Bravo| Especialista en Mercados Frutihortícolas